Hoy os voy a hablar de un pueblo, un pueblo pequeño, con un
encanto especial. Este pequeño rincón tiene un gran lugar en mi corazón. Es mi
pueblo. Es Rimor.
Y cómo no voy a dedicarle una de las primeras entradas de
este recién estrenado blog.
En Rimor todo sabe diferente, será por esas antiguas cocinas
de leña que le dan un toque especial a la comida.
Que alegría da comer en casa de los abuelos (porque aunque
ya no estén, siempre será la casa de los abuelos) y disfrutar de un botillo con
cachelos, un cocido calentito, una buena pota de patatas con jabalí o de callos
picantones (que hay que llevarla entre dos, imaginaos el tamaño de la pota) y
de postre una tarta de la abuela, almendrados y rosca de la dura, de la que se
“estornica” con la mano.
Y para acompañar esta ligera comida un vino de las viñas del
pueblo, casero, muy casero…tan casero que si se te cae en la camiseta ahí se
queda para siempre jajaja
En este pueblo hay de todo (menos bar): castaños centenarios
Pero lo mejor de
todo para mí, son las cerezas, ¡qué cerezas más ricas! Nunca he probado unas
cerezas iguales!
¡Mi madre hace una mermelada de cerezas de Rimor espectacular!
Y dejando de lado el mundo de la comida…Rimor es el comienzo
o el final, según por dónde empieces, de muchas rutas que merece la pena
realizar. Aquí os dejo unas cuantas fotos del pueblo y de sus vistas.
¡No dejéis de visitarlo!
En sucesivos blogs iré contando más cosas de este
pequeño…pero pueblo con encanto, como tantos otros de la comarca.
Me encantan los viajes gastronómicos y lo que cuentas tiene muy buena pinta. Te animo a que hagas una pequeña ruta gastronómica por el Bierzo, que seguro que se come muy bien y se disfruta mucho.
ResponderEliminarLola, lo he compartido con el Grupo Amigos de Vallid y CyL. gracias por dar a conocer nuestros pueblos.
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